Paranoia Segunda. Orgías romanas. Mentiras

Después de la paranoia de los colores (si no la has leído pincha aquí) llega la de las orgías romanadas. Esta idea que ronda en mi cabeza tiene algo que ver con la manipulación de la información que realizan los que tienen dicho poder, y lo aprovechan para pintar los sucesos de un modo que llame la atención. Entre tantas cosas que manipulan, me llamó la atención en especial las películas romanas.

Y es que me da la impresión de que hay una pequeña distorsión de la realidad, sobre todo, con las orgías. Esas orgías romanas a las que nos acostumbran las películas, en las que hay un hombre por cada tres o cuatro mujeres. Mujeres, que están todas, perdónenme por la vulgaridad, buenísimas, están todas buenísimas, todas bronceadas y con cuerpazos de espanto.Después, vemos como un hombre, por lo general, también bronceado, bastante fuerte y marcado, se las ve y se las desea para complacer a semejantes señoritas.

No dudo que fueran todas tan guapas como dicen, pues por algún sitio debe estar escrito que seleccionaban a las más bellas chicas para sus festejos; ahora bien, aquí viene la reflexión:

No es que sea yo un experto del mundo romano, pero me parece haber oído alguna vez que lo que los romanos denominaban como belleza no era exactamente lo mismo que lo que se denomina hoy en día.

Para ellos, una persona era más bella cuantos más rasgos de ser una persona rica tuviera. Por lo tanto, las chicas bellas eran aquellas que tenían unos kilitos de más, síntoma de que no pasaban hambre, por lo que deduzco, que cuantos más kilos de más tuvieran, más bellas eran. Además, cuanto más blanca fuera la tez, mejor, síntoma de que no trabajan al sol como los esclavos. Así que, lo siento mucho por todos aquellos que hemos dicho alguna vez en el cine: «¡Ole por Marco Aurelio y el festín de chiquillas que se va a dar!», pero parece ser que las chicas a las que nos tiene acostumbrados Hollywood en las orgías romanas no eran precisamente las que participaban en realidad. Las que participaban eran más bien esas bellezas blancuscas con algunos kilos de más, cuanto más kilos y más blancas mejor, más guapas. 

Y ya si a esto le sumamos que también se rumorea por ahí que eran bisexuales, añade al juego a varones de las bellas características romanas, gorditos y blancuscos. Todos con todos. Y como resultado, ya se lo pueden imaginar.

¿Eran realmente las orgías romanas como cuentan las películas? ¿o la gente que participaba no era  precisamente como nos han mostrado? A no ser, que un romano de más o menos 2.000 años deje un comentario en el post y lo explique, nunca lo sabremos. Una vez más, queda abierto el debate para todo el que esté dispuesto a comentar.

8 comentarios:

  1. Digamos que el canon de belleza en Roma, como tú dices, era distinto al que se representa en las orgías, por ejemplo, de Calígula.
    Es más estético y lo que hacen es una recreación histórica adaptada a los "gustos" actuales.

    Salu2

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  2. Hola Javier!

    Así que tengo razón, Orgías romanas: Mito desmentido! Muchas gracias por la información.

    Un saludo

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  3. Un poco más complejo. Ya que el blog se llama "ignorando", lo suyo sería informarse con un poquito (sólo un poquito) más de rigor.

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    1. Hola Anónimo!

      Como podrás comprobar la entrada no trata de descubrir ni desmentir nada, simplemente es una reflexión a título personal. No soy experto en historia romana, ni siquiera en historia, pero me pareció curioso el apunte y lo escribí. De todos modos, anoto tu consejo para la próxima.

      Un saludo

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  4. Esto que comentas ocurre en muchas películas y con muchas épocas. El canon de belleza fue el que dices hasta bien pasada la Revolución Industrial.

    En el cine nos enseñan "bellezas" de la Antigua Roma, la Edad Media o el Renacimiento que en su época real habrían sido consideradas enfermas. No hay más que ver los Tudor con las anoréxicas Top Model que se aprieta Enrique VIII y que están muy lejos de los gustos de la época.

    Lo del bronceado, en cambio, creo que debía ser más relativo. Estoy seguro de que más de un Señor medieval sentía morbo por montárselo con alguna campesina tostada por el sol, sucia y maloliente - no en vano tenían el "derecho de pernada" para estas cosas -. Aunque desde luego no creo que tuvieran los rayos uva que usan las actrices en series como Espartacus.

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    1. Muchas gracias por comentar Javier!

      Estoy de acuerdo contigo. Siempre ha habido mucho pervertido suelto... jajaj Además, entiendo que lo que realmente quieren mostrar al público es que eran las más bellas, adaptando el canon de belleza al actual, pero aun así me cuesta asimilarlo.

      No me imagino al típico noble feudal, o rey romano, tratando de acostarse con la "Jessica Alba" de la época, y todos chismorreando por detrás:

      -Pero que fea, si parece que no come de hace meses, y encima, ¡mira que piel más morena!

      En fin, para gustos colores -o épocas-.

      Un saludo!

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  5. Bueno, aunque no lo creais soy un romano de aquellos tiempos, que por razones mágicas que no vienen al caso prolongo mi existencia hasta ahora.
    Aunque en realidad debiera decir que fuí un romano de aquellos, ya que 2000 años de existencia te cambian de manera radical. Ustedes saben, contendí en su momento con Constantino, participé en los juegos de Constantinopla, con la emperatriz Teodora, recibí con curiosidad las noticias del navegante Genovés y con zozobra las de la Bastilla.
    Por lo tanto, ahora solo puedo hacer memoria con respecto de aquellos tiempos.
    ¡Ah, las putas romanas! Lamento disentir, pero en aquel momento el gusto en Mujeres no era muy diferente del actual. No nos olvidemos que desde bien entrada la república, los romanos aceptan los modelos estéticos griegos, con hombres musculosos (Adonis o Apolos), y mujeres un poco más rellenas que nuestras modelos anoréxicas, tipo Venus de Milo, pero de ningún modo las "gordas" del renacimiento.El ejercicio físico era bien visto, por lo que las personas en general tenían un porte algo más estilizado que , por poner un ejemplo, en el renacimiento, allí si el ideal corporal era bien rollizo, cosa que cambió siglos más tarde,con el advenimiento del romanticismo, con blancura y palideces, gusto que dominó hasta entrado el siglo pasado.
    Con respecto de la homosexualidad, si bien en la Roma imperial estaba muy difundida, no dejaba de pesar sobre ella una censura moral importante, catalogada como vicio y costumbre decadente, a diferencia de la Grecia Clásica, en donde era aceptada incluso como forma superior del amor,por ejemplo el amor platónico.
    Recomiendo, pués una gran novela costumbrista, escrita por un gran amigo que tuvo un fin poco feliz: El "Satiricón", de Petronio.
    Salus

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  6. Aquí falta decir que no solo tenian 3 mujeres por un hombre y otros tres o cuatro jovencitos, por que me parece en esas orgias lo que si primaba hera el hacerlo tanto con mujer como hombre, vamos que los senadores y demas, les gustaba tanro la carne como el pescado

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